Imagínate que yo fuera como mis colegas que son mucho mayores que yo (Treintones, cuarentones y más).
Llegan a la Facultad con cara larga, muy serios, de riguroso traje, sin hablar, apenas diciendo un 'buenas tardes', entrando al salón y no contestando el saludo de sus alumnos.
Si alguno tose o estornuda, lo calla de manera áspera. Dan la clase lo más rápido posible y borran el pizarrón pronto, sin dar tiempo a los alumnos de escribir en sus cuadernos, y si alguno quiere tomar foto del pizarrón, se enojan y no dejan que saquen sus celulares.
Terminan las clases y se van a la biblioteca a leer solitarios, o se reúnen con otro colega para comentar 'lo mal que está el mundo y la juventud actual'.
Yo si permito que tomen fotos de lo que explico en el pizarrón. No me importa si no toman apuntes mientras que tomen fotos de la clase, y yo casi no he tenido reprobados.
Cuando llego a la Facultad, muchos llegan y me saludan, y hay quienes hasta me cuentan sus cosas como si fuéramos amigos de muchísimo tiempo.