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Economía Peruana vs Covid-19: lo bueno y lo malo

Está el Perú preparado económicamente para enfrentar la recesión post Covid-19?


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Yo aplicaria una economia de guerra, al menos un años, y perseguiria a la mala a esos adinerados que saquen dinero del pais sin pagar impuestos
 
Yo aplicaria una economia de guerra, al menos un años, y perseguiria a la mala a esos adinerados que saquen dinero del pais sin pagar impuestos
LA PARTE MAS GRACIOSA ES LOS PUTOS POLITICOS PIDEN SOLIDARIDAD Y ELLOS NO SUELTAN NI UN CENTAVO PARA DARLE A LOS POBRES, SE DEBIO HABER OFICCIALIZADO UN DESCUENTO EXTRAORDINARIO DE 380 A TODOS LOS BUROCRATAS Q GANAN MAS DE 5,000 SOLES, TODAVIA LO UEDEN HACER, PERO PREFIEREN Q SE MUERA LA GENTE ANTES DE DAR ALGO
 
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Cómo activar la economía sin endeudarnos (demasiado)

Conoce en este artículo escrito por la pluma del reconocido economista Hernando de Soto, sobre cómo enfrentar la era post-pandemia.

Hay que financiar las necesidades urgentes de los peruanos más golpeados por el coronavirus y evitar que la economía se desplome, sin duda alguna. Para lograrlo, el Gobierno está considerando acudir a las fuentes de capital emitiendo bonos de largo plazo, solicitando créditos de las multilaterales, liquidando algunos de sus activos financieros y aquellos del BCR y, además, autorizando a los aportantes a retirar una parte de los ahorros que tienen depositados en las AFP.
(…)

DINERO NO ES CAPITAL
En ese sentido, no estaríamos dándole a los peruanos afligidos un capital para que agreguen valor a la economía, sino el dinero para cubrir los costos de curarse y nutrirse sobre la base de endeudarnos y así restándole valor a nuestra economía.
Diferencio la generación de capital de la generación de dinero con deuda, no con el propósito de criticar al Gobierno. El Gobierno está haciendo bien, pues a corto plazo no queda otra: el virus se está multiplicando exponencialmente, así como eventualmente lo harán las quiebras, el desempleo y la desazón social que lo acompañan. Mi propósito es, más bien, explicar -ahora que se ven venir los ataques retóricos contra el capital- por qué el país necesita no menos sino más capital y además contribuir con una propuesta para lograrlo.
(…)

TRES PREGUNTAS
Con base en esta interpretación hago tres preguntas. Primera: ¿Quién tiene títulos que les permiten controlar el acceso a la mayor parte de la superficie del territorio peruano sobre y debajo del cual se encuentran nuestros recursos naturales? Segunda: ¿Quién da empleo al 70% de la población peruana? Tercera: ¿Quién tiene títulos llamados “imperfectos” porque que no sirven como contrapartida de inversiones o garantía de créditos? Respuesta correcta para las tres preguntas: la economía informal.
Ahora la pregunta crucial: ¿Quién tiene la capacidad de generar más dinero: el endeudamiento y el presupuesto del Estado o la economía informal? Respuesta correcta: los informales.

¿DÓNDE SE HALLA?
Algunas cifras: el presupuesto estatal asciende a alrededor de US$ 53 mil millones y el tope de su capacidad de endeudamiento, considerando estándares internacionales, es unos US$ 132 mil millones. Esto contrasta con la propiedad de los informales mineros y los del sector agrícola cuyos títulos sobre la superficie de la tierra no son perfectos, pero que de serlo podrían ser combinados con los títulos formales en el subsuelo mineralizado para formar capital con base en US$960 mil millones de reservas probadas de mineras, gasíferas y petroleras -o sea, siete veces más que el presupuesto y la capacidad de endeudarse del Estado-. A este habría que agregarle el valor de la vivienda y negocios en los pueblos jóvenes, algo así como US$$70,000 millones, además de aquel valor que tendrían nuestros recursos naturales renovables si no estarían igualmente bloqueadas.

TÍTULOS QUE VALGAN
¿Y cómo se transforman los títulos imperfectos para que puedan ser recibidos en los mercados financieros que forman capital? Básicamente adecuándolos a los estándares de transparencia documentaria en que estos confían para certificar la validez de esos títulos y cotejar los riesgos de una propuesta de inversión. ¿Sabemos cuántos certificados falta agregar a los dichos títulos para que sean perfectos en el caso peruano? Sí: les faltan nueve certificados, cinco de los cuales provienen de fuentes de información sobre la propiedad informal y cuatro de los mercados de capital.

Y es más fácil y menos costoso ubicar esas fuentes que a los epidemiólogos, infectólogos, biotecnólogos, laboratoristas, fabricantes de máscaras protectoras y ventiladores requeridos para derrotar al virus. En el caso del capital, mis fuentes son los peruanos que saben de propiedad formal e informal y aquellos mayormente extranjeros que conocen las prácticas, interpretaciones, prohibiciones y normas legales que se emplean para castigar la omisión de información en los grandes mercados de capital. En ambos casos, como siempre, estos solo van a ser llamados para juntarlos en situación de crisis y pánico -que es donde estamos ahora y por eso no hay que desperdiciar la oportunidad-.

Vale la pena hacerlo porque solo conseguir dinero vía deuda sin crear capital nos quitaría algo de la solvencia que el Estado ganó con la confianza y los ahorros nacionales acumulados durante los últimos 30 años de disciplina fiscal, solo para evitar un crecimiento del producto negativo y nos dejaría en una situación de total vulnerabilidad frente a cualquier otro shock adverso futuro.

PENSAR FUERA DE LA CAJA
¿Cuál es el reto inmediato? Hacer el esfuerzo de pensar fuera de la caja para darse cuenta que la documentación que acredita la propiedad es la que contiene el potencial del capital. No es fácil: a Aristóteles le tomó el equivalente a unas 200 páginas de lógica y matemáticas explicar que el potencial que tienen las cosas es más grande que las cosas mismas.


 
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Cómo activar la economía sin endeudarnos (demasiado)

Conoce en este artículo escrito por la pluma del reconocido economista Hernando de Soto, sobre cómo enfrentar la era post-pandemia.

Hay que financiar las necesidades urgentes de los peruanos más golpeados por el coronavirus y evitar que la economía se desplome, sin duda alguna. Para lograrlo, el Gobierno está considerando acudir a las fuentes de capital emitiendo bonos de largo plazo, solicitando créditos de las multilaterales, liquidando algunos de sus activos financieros y aquellos del BCR y, además, autorizando a los aportantes a retirar una parte de los ahorros que tienen depositados en las AFP.
(…)

DINERO NO ES CAPITAL
En ese sentido, no estaríamos dándole a los peruanos afligidos un capital para que agreguen valor a la economía, sino el dinero para cubrir los costos de curarse y nutrirse sobre la base de endeudarnos y así restándole valor a nuestra economía.
Diferencio la generación de capital de la generación de dinero con deuda, no con el propósito de criticar al Gobierno. El Gobierno está haciendo bien, pues a corto plazo no queda otra: el virus se está multiplicando exponencialmente, así como eventualmente lo harán las quiebras, el desempleo y la desazón social que lo acompañan. Mi propósito es, más bien, explicar -ahora que se ven venir los ataques retóricos contra el capital- por qué el país necesita no menos sino más capital y además contribuir con una propuesta para lograrlo.
(…)

TRES PREGUNTAS
Con base en esta interpretación hago tres preguntas. Primera: ¿Quién tiene títulos que les permiten controlar el acceso a la mayor parte de la superficie del territorio peruano sobre y debajo del cual se encuentran nuestros recursos naturales? Segunda: ¿Quién da empleo al 70% de la población peruana? Tercera: ¿Quién tiene títulos llamados “imperfectos” porque que no sirven como contrapartida de inversiones o garantía de créditos? Respuesta correcta para las tres preguntas: la economía informal.
Ahora la pregunta crucial: ¿Quién tiene la capacidad de generar más dinero: el endeudamiento y el presupuesto del Estado o la economía informal? Respuesta correcta: los informales.

¿DÓNDE SE HALLA?
Algunas cifras: el presupuesto estatal asciende a alrededor de US$ 53 mil millones y el tope de su capacidad de endeudamiento, considerando estándares internacionales, es unos US$ 132 mil millones. Esto contrasta con la propiedad de los informales mineros y los del sector agrícola cuyos títulos sobre la superficie de la tierra no son perfectos, pero que de serlo podrían ser combinados con los títulos formales en el subsuelo mineralizado para formar capital con base en US$960 mil millones de reservas probadas de mineras, gasíferas y petroleras -o sea, siete veces más que el presupuesto y la capacidad de endeudarse del Estado-. A este habría que agregarle el valor de la vivienda y negocios en los pueblos jóvenes, algo así como US$$70,000 millones, además de aquel valor que tendrían nuestros recursos naturales renovables si no estarían igualmente bloqueadas.

TÍTULOS QUE VALGAN
¿Y cómo se transforman los títulos imperfectos para que puedan ser recibidos en los mercados financieros que forman capital? Básicamente adecuándolos a los estándares de transparencia documentaria en que estos confían para certificar la validez de esos títulos y cotejar los riesgos de una propuesta de inversión. ¿Sabemos cuántos certificados falta agregar a los dichos títulos para que sean perfectos en el caso peruano? Sí: les faltan nueve certificados, cinco de los cuales provienen de fuentes de información sobre la propiedad informal y cuatro de los mercados de capital.

Y es más fácil y menos costoso ubicar esas fuentes que a los epidemiólogos, infectólogos, biotecnólogos, laboratoristas, fabricantes de máscaras protectoras y ventiladores requeridos para derrotar al virus. En el caso del capital, mis fuentes son los peruanos que saben de propiedad formal e informal y aquellos mayormente extranjeros que conocen las prácticas, interpretaciones, prohibiciones y normas legales que se emplean para castigar la omisión de información en los grandes mercados de capital. En ambos casos, como siempre, estos solo van a ser llamados para juntarlos en situación de crisis y pánico -que es donde estamos ahora y por eso no hay que desperdiciar la oportunidad-.

Vale la pena hacerlo porque solo conseguir dinero vía deuda sin crear capital nos quitaría algo de la solvencia que el Estado ganó con la confianza y los ahorros nacionales acumulados durante los últimos 30 años de disciplina fiscal, solo para evitar un crecimiento del producto negativo y nos dejaría en una situación de total vulnerabilidad frente a cualquier otro shock adverso futuro.

PENSAR FUERA DE LA CAJA
¿Cuál es el reto inmediato? Hacer el esfuerzo de pensar fuera de la caja para darse cuenta que la documentación que acredita la propiedad es la que contiene el potencial del capital. No es fácil: a Aristóteles le tomó el equivalente a unas 200 páginas de lógica y matemáticas explicar que el potencial que tienen las cosas es más grande que las cosas mismas.



otra vez con lo mismo, este tio repite como loro con sus mismas tesis de siempre
 
LA PARTE MAS GRACIOSA ES LOS PUTOS POLITICOS PIDEN SOLIDARIDAD Y ELLOS NO SUELTAN NI UN CENTAVO PARA DARLE A LOS POBRES, SE DEBIO HABER OFICCIALIZADO UN DESCUENTO EXTRAORDINARIO DE 380 A TODOS LOS BUROCRATAS Q GANAN MAS DE 5,000 SOLES, TODAVIA LO UEDEN HACER, PERO PREFIEREN Q SE MUERA LA GENTE ANTES DE DAR ALGO
Eso de la suspensión perfecta es una cagada monumental, prefieren que las empresas no quiebren, pero dejan a sus trabajadores sin recibir ingresos por meses.
Los empresarios peruanos son mercantilistas y nada te asegura que prestando dinero del estado, ellos no reduzcan personal.

Plata hay, pero están tomando las mismas medidas de siempre.
 
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Una noche larga y oscura

Tenemos una base sólida construida en los últimos treinta años con grandes esfuerzos: una importante reserva fiscal, deuda manejable del Estado y un sólido Banco Central de Reserva.

Por: Pedro Pablo Kuczynski

La epidemia causada por el coronavirus agarró desprevenidos a casi todos los gobiernos del planeta, con muy pocas excepciones. Aparte de algunos médicos especialistas y funcionarios de salud, el único personaje de nivel mundial que advirtió hace unos años sobre los peligros de este tipo de pandemia fue Bill Gates, cuya inmensa fortuna apoya fuertemente la investigación de enfermedades contagiosas.

El gobierno del Perú se ha destacado internacionalmente por su manejo decisivo frente a la plaga. La lucha contra el Covid-19 es difícil porque muchos de los portadores son asintomáticos y no se pueden detectar sin una prueba que escasea en los laboratorios. Los países que más éxito han tenido frente a la pandemia, como Alemania, son los que han concentrado sus esfuerzos en pruebas del virus en su población, evitando así las cuarentenas prolongadas.

El reto económico para el Perú es inmenso, pero está en buenas manos. Tenemos una base sólida construida en los últimos treinta años con grandes esfuerzos: una importante reserva fiscal, deuda manejable del Estado y un sólido Banco Central de Reserva. Ahora debemos aprovechar estas ventajas sin desperdiciarlas. La pregunta crucial es ¿cómo se llega con apoyo a la gran mayoría de los peruanos, quienes no tienen ni empleo formal en una compañía, ni AFP, ni CTS? Esta población “informal” representa la gran mayoría de la fuerza laboral, esa población mayoritaria enfrenta graves problemas de supervivencia. Por ejemplo, los mototaxistas y taxistas con una clientela eventualmente inexistente, los pequeños agricultores que no pueden enviar sus productos y muchos talleres, restaurantes, hoteles y una multitud de otros servicios y actividades. El programa “Reactiva Perú”, lanzado por el gobierno y el BCR, busca ayudar a las empresas formales y a sus trabajadores.

Pero ¿cómo llegar a la gran masa de informales, quienes viven del día a día y constituyen la mayoría de los trabajadores?
Se puede hacer a través del programaJuntos”, vía la banca por telefonía celular, colaborando con las cámaras de comercio de provincias, con el apoyo del Ejercito y la Policía llegando directamente a las amas de casa. El tiempo apremia. El tema no es la disponibilidad del dinero fiscal, es la organización.

El Covid-19 es una hecatombe internacional cuyo final se desconoce. Analistas destacados proyectan para Estados Unidos y los países de Europa una caída de la actividad económica en el segundo trimestre abril-junio, del orden de 25% a 30%, con tasas de desocupación que podrían llegar a 18%. Son cifras no vistas desde la gran depresión de 1930.

En medio de esta noche vemos algunas luces. China, el motor del crecimiento económico mundial de los últimos 20 años, se está recuperando rápidamente. Alemania, Corea, Suecia y algunos otros países han demostrado cómo luchar exitosamente contra la pandemia.
Y aquí, en nuestro Perú, tenemos las bases financieras solidas para una recuperación económica. Si hubiéramos podido crear el seguro de desempleo que propusimos en la campaña 2015-2016, tendríamos hoy por lo menos un mecanismo para atender a una parte de los afectados por la emergencia. Los juegos Panamericanos nos han dejado una descentralización de infraestructuras útiles en las zonas más pobres de Lima, como Villa María del Triunfo, Callao y Villa El Salvador.

En esta última hay 7 torres construidas para los atletas y diseñadas para aguantar un terremoto grado 9, las cuales se están habilitando para pacientes del Covid-19. Ningún otro hospital público en Lima está diseñado con esa resistencia ni tampoco tienen capacidad para 3.000 o más pacientes que habría en Villa El Salvador.

El mundo post-Covid-19 será ciertamente muy distinto y ojalá sea mejor para la gran mayoría de personas. El gran reto de los próximos años es combinar disciplinas económicas con un verdadero progreso social.

 
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De la Torre, Ghezzi y Segura: Apoyando la recuperación, pero bien y con un plan

La severidad de la crisis generada por el COVID-19 ha permitido realzar la fortaleza fiscal del Perú, construida durante 25 años. Es clave mantenerla.

El Perú ha logrado construir en las últimas décadas una credibilidad fiscal envidiable. Ello nos permite una capacidad de respuesta casi única en América Latina para hacer frente a los retos del covid-19.

Dicha credibilidad no es producto de la casualidad. Es el resultado de esfuerzos de años. Gobierno tras Gobierno ha respetado las reglas de juego y los contrapesos necesarios para garantizar la transparencia y rendición de cuentas en el manejo de las finanzas públicas.

El Gobierno ha estado en lo correcto en usar las fortalezas que tanto ha costado construir. La economía requiere medidas, tanto en amplitud como en escala, como no hemos visto en décadas.

Justamente por eso es importante que la política fiscal cuide su credibilidad. Esto no significa gastar o endeudarse poco. La coyuntura requiere políticas agresivas para sostener la cadena de pagos. Pero sí hacerlo correctamente. Desafortunadamente, en las últimas semanas se han tomado decisiones que corren el riesgo de socavar esa credibilidad. Mencionemos tres.

La primera es la suspensión de la regla fiscal para los años 2020 y 2021. Desde hace más de dos décadas, la política fiscal ha estado guiada por un conjunto de reglas que constituyen el marco institucional que garantiza el manejo responsable y predecible de las finanzas públicas en el país. Este marco ha ido evolucionando y fortaleciéndose a lo largo de los años.

“De la misma manera que la crisis no justificaría un intento por vulnerar la independencia de la política monetaria, consideramos que tampoco debería hacerlo con la institucionalidad fiscal”.
Es natural pensar, dada la escala de la emergencia actual, que una medida excepcional, como la suspensión de la regla fiscal, esté plenamente justificada. Ese sería el caso si dicha regla no estuviera diseñada precisamente para ser flexible en tiempos de crisis. El Gobierno conoce muy bien de esta flexibilidad para hacer ajustes. En diciembre del año pasado hizo justamente eso y modificó la trayectoria fiscal, postergando la convergencia hasta el año 2024, lo que ya le permitía correr déficits más grandes.

Estas modificaciones son mecanismos de excepción para situaciones de emergencia. Se han usado con criterio y justificación razonables en el pasado. Lo que no contemplan es que el Gobierno opere sin límite ni control alguno en materia de gasto y endeudamiento público. El precedente que esto sienta, a doce meses de las próximas elecciones generales, es peligroso. De la misma manera que la crisis no justificaría un intento por vulnerar la independencia de la política monetaria, consideramos que tampoco debería hacerlo con la institucionalidad fiscal.

La segunda decisión concierne a la reciente emisión de bonos soberanos. El Gobierno estuvo en lo correcto en obtener financiamiento en los mercados de capitales internacionales. Necesita diversificar sus fuentes de fondeo, como históricamente se ha hecho. Incluso, consideramos que hubiera sido ideal emitir deuda por un monto mayor a los 3 mil millones de dólares (especialmente frente a la alta demanda de siete u ocho veces el monto final), dadas las presumiblemente elevadas necesidades de financiamiento.

No obstante, los plazos de cinco a diez años no eran los adecuados. Ahora el Perú enfrenta un rollover corto, algo que hemos venido evitando durante las últimas dos décadas. Es por ello que nuestro país no emitía un bono a cinco años desde el 2002, cuando tenía calificación BB- (grado especulativo y cinco o seis peldaños menos que nuestra calificación actual).

Un fondeo a más largo plazo, aprovechando las favorables condiciones de mercado actuales, hubiese sido mejor. Por ejemplo, Panamá, recientemente emitió un bono a 36 años y por un monto (en relación a su PBI) dos veces y media lo que colocó Perú. Y ayer México emitió en todos los tramos de curva (hasta 31 años), con la mayor demanda de su historia en los tramos medio y largo. Los niveles históricamente bajos de las tasas del Tesoro en EE.UU. combinados con spreads de riesgo país razonables, ofrecen condiciones atractivas que un país con nuestra credibilidad fiscal debe aprovechar.

La tercera, es la aparente decisión de no actualizar las proyecciones económicas (PBI, ingresos, gastos, déficit fiscal, etcétera) hasta fines de agosto. Esto no solo sería algo inédito, sino injustificado en un entorno como el actual, en el que, más que nunca, los agentes económicos, inversionistas y analistas que siguen al Perú requieren conocer las proyecciones oficiales, así tengan un mayor margen de error, para la toma de sus propias decisiones. Este es otro campo donde la transparencia es fundamental.

Tengamos presente que acá opera un efecto “histéresis”. No es crisis ahora y recuperación después. Lo que hagamos ahora determinará no solo cómo saldremos de la crisis, sino también nuestra capacidad de respuesta y credibilidad futuras. Por eso, creemos que el Gobierno debe tomar medidas correctivas.

Debería publicar, como corresponde a los meses de abril (IAPM), las principales proyecciones económicas lo antes posible, lo cual, además, servirá de guía sobre su perspectiva y escenarios de riesgo para la actividad económica y políticas de ingresos, gastos y endeudamiento. También permitirá que explique con claridad cuál será la ruta de convergencia del déficit a mediano plazo, supliendo así el vacío creado por la suspensión de la regla fiscal.

Hace un mes (El Perú ante un reto sin precedentes) señalábamos que, siendo tiempos extraordinarios, era “el momento de usar nuestras fortalezas para que la economía tenga todo el apoyo necesario, pero responsablemente”. Dada la coyuntura, el Gobierno debe adoptar todas las medidas que considere necesarias para enfrentar la crisis. Debe endeudarse y gastar. Pero debe hacerlo bien. Ordenado y con un plan. Tengamos en cuenta que la credibilidad heredada no está garantizada a futuro.

 
Mmmm los que entiende de macroeconomia, son normalmente economistas que saben bien que prestar indiscriminadamente no va asegurar empleos genuinos, tiene que a ver cierto riesgo empresario a pesar de la severa crisis, eso hara que la formalizacion se vea mas natural flexibilizando los empleos en el sector privado, hara que la sunat tenga de donde agarrar dinero para bajar impuestos ahora la gran discusión es hacer entender a los sindicalistas que solo ven aumentos en el sector pubico, sin eso va ver una desigualdad como la que existe ahora entre sector publico-privado.
 
Alonso Segura como bueno habla cuendo por culpa de el y de otros ministros que pasaron por el MEF el sector salud es una vergüenza
 
Hablan huevadas, como se va reactivar la economía si nada va a ser igual otra vez, habran mas cuarentenas, el covid19 sera estacionario es decir cada año va a joder, en ese contexto es bien tranca que la economía pueda andar bien o en una medina normalidad, peor si agrgamos que el peruano promedio es una bestia que no respeta las distancias, no tiene educacion, no cumple estrictamente la cuarentena y tiene poco que sumar .
Si pueden regresen a su tierra y siembren pq en lima se van a morir d ehambre si no es antes por hacinamiento y el bicho...
 
Hablan huevadas, como se va reactivar la economía si nada va a ser igual otra vez, habran mas cuarentenas, el covid19 sera estacionario es decir cada año va a joder, en ese contexto es bien tranca que la economía pueda andar bien o en una medina normalidad, peor si agrgamos que el peruano promedio es una bestia que no respeta las distancias, no tiene educacion, no cumple estrictamente la cuarentena y tiene poco que sumar .
Si pueden regresen a su tierra y siembren pq en lima se van a morir d ehambre si no es antes por hacinamiento y el bicho...
el peruano por darsela de payaso van a morir como moscas
 
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Ejecutivo y Congreso incendian modelo

Con las decisiones del Gobierno y del Congreso, los políticos seguramente ganarán popularidad y dejarán en claro qué sector “está más cerca del pueblo”. Pero es evidente que no tienen la más remota idea de cómo ha funcionado la economía en las últimas décadas y cómo se ha logrado triplicar el PBI, reducir la pobreza del 60% de la población a solo 20% y alcanzar logros sociales nunca vistos antes de la pandemia.

Las decisiones del Ejecutivo –que ha aprobado dos decretos de urgencia para posibilitar retiros– y la ley promulgada por el Congreso, que permite retirar el 25% de las cuentas individuales (hasta S/ 12,900) pueden significar una corrida de S/ 30,000 millones del sistema de privado de pensiones, que antes de la pandemia sumaba ahorros de S/ 189,000 millones; pero que, con el avance del Covid-19 y la recesión se redujeron a S/ 150,000 millones. En este contexto, la demagogia y los políticos de ambos poderes del Estado –aprovechando los errores de las AFP y la falta de reformas– comenzaron una campaña de desprestigio contra las cuentas individuales. Uno de los demagogos incluso propone retirar el 100% de las cuentas individuales para liquidar el sistema, mientras algunos supuestos defensores del modelo guardan silencio por los errores acumulados por las AFP.

No es que la carrera populista vaya a terminar. Cuando una de las vigas del modelo cae, los populistas creen que han encontrado una manera de traerlo abajo completamente. Así han llegado al poder todos los caudillos populistas del continente.

Ahora bien, ¿por qué poner en peligro el sistema privado de pensiones es dinamitar un pilar del modelo económico? Como todos sabemos, el sistema estatal de reparto se basa en el aporte de los trabajadores activos a un fondo común, con el que se paga las pensiones de los jubilados. En este modelo, los políticos –así sucedió en el siglo XX en el Perú– tenían el control de los fondos para las pensiones y solían utilizar esos ahorros para construir obra pública o para estrategias clientelistas. De allí que en el Perú nunca se lograran pensiones viables. A ese hecho había que sumar que el avance de la ciencia médica –hasta antes de la pandemia-–aumentaba la longevidad. Semejante situación determinaba que en el sistema estatal hubiera cada vez más jubilados que aportantes al fondo común. Los estados tenían entonces que financiar las pensiones y los déficits públicos se expandían.

Para superar ese modelo nació el sistema de cuentas individuales administradas por las AFP, en el que los fondos dependen de la cantidad de los aportes de cada persona y las estrategias de inversión de las entidades administradoras de pensiones. Es evidente que en el Perú hay que hacer reformas, sobre todo promoviendo la competencia para incrementar las ganancias de los fondos y rebajar comisiones. Pero de ninguna manera se puede dinamitar el sistema previsional como lo están haciendo los políticos del Congreso y el Ejecutivo, en una feroz carrera populista.

La izquierda comunista en Chile y Perú la ha emprendido contra el sistema de cuentas individuales. Suelen reclamar pensiones como las de los países desarrollados, no obstante que nuestros ingresos per cápita apenas representan menos del 20% de los de los países industrializados. Proponen pensiones de países desarrollados para sociedades sin una revolución industrial. Pura demagogia. Mientras que en Chile se resiste, pese a las pasadas convulsiones sociales, la administración Vizcarra y el Legislativo, compitiendo en irresponsabilidad, han lanzado una bomba nuclear contra el sistema previsional.

Con estas decisiones los fondos de las cuentas individuales que permanezcan en el sistema perderán significativamente, porque las acciones de las AFP y las respectivas inversiones financieras perderán valor en términos significativos. Pero no solo perderá el sistema previsional, sino también toda la economía en su conjunto, en medio de una recesión que amenaza con tragarse el 10% del PBI. Se reducirá el valor de los bancos, los valores de los mercados bursátiles e, incluso, se acelerará la caída del precio de las propiedades. ¿Por qué? Porque el sistema privado de pensiones representa el principal ahorro privado e invierte más de S/ 95,000 millones en la economía peruana: S/ 36,000 millones en bonos del Estado, S/ 36,000 millones en el mercado de capitales y S/ 22,000 millones en el sistema financiero.

Es increíble cómo el fracaso del sistema de salud, por los problemas estructurales acumulados y la irresponsabilidad del actual Ejecutivo, ha obligado a establecer una cuarentena medieval que ha sumido al Perú en una recesión sin precedentes y que aumentará la pobreza en 5 o 6 puntos porcentuales. Sin embargo, la terrible combinación de pandemia y recesión comienzan a amenazar de gravedad al modelo económico. ¡Es urgente reaccionar!

 
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BCR: propuesta parlamentaria para retirar hasta 25% de las AFP tuvo un efecto negativo en bonos peruanos

Julio Velarde alertó que si la propuesta parlamentaria se mantiene podría generar la venta masiva de bonos, dado que los inversionistas extranjeros también se asustan, lo que iría en contra del tipo de cambio.

El presidente del Banco Central de Reserva, Julio Velarde, explicó –en diálogo con RPP Noticias– los efectos que generó en las últimas semanas de marzo en los bonos peruanos la propuesta legislativa para liberar hasta el 25% los fondos de AFP.

Cabe recordar que, en la víspera, nueve bancadas del parlamento respaldaron un texto sustitutorio de la citada propuesta estableciendo un tope de hasta 3UIT, equivalente a S/ 12,900.

Los bonos peruanos que habían comenzado ya a bajar su tasa, justo lo más alto, nuevamente han comenzado a aumentar (como efecto de la propuesta legislativa)”, acotó.

Por ejemplo -dijo- que el caso del bono peruano que vencía el 2040 pagaba 5.43% el 16 mazo, pero al 30 marzo aumentó a 5.85%.

La diferencia entre el precio del que quiere comprar y el que quiere vender era de 14 puntos básicos pero ahora es de 75 puntos básicos, lo que significa que muchos quieren vender pero pocos quieren comprar (los bonos peruanos”, subrayó.

En esa línea, Velarde dijo que “se han ido -ya en marzo- 1,800 millones de (inversionistas) extranjeros de los bonos (lo que implica que han vendido sus bonos, que tenían el 51.5% de los bonos peruanos”.

Ante ello consideró que si la propuesta original se mantiene, lo que podrían generar es la venta masiva de bonos dado que los inversionistas extranjeros también se asustan y comienzan a tratar de vender, lo que iría en contra del tipo de cambio.

“Obviamente el BCR tiene muchos instrumentos para atenuar esto, pero creo que la preocupación que tienen lo mercados de afuera no es que Congreso tome una medida que esté en contra del Ejecutivo, eso hay en todas partes del mundo. Lo que se tiene el temor (es de emitir una medida) sin reflexionar bien, sin argumentos técnicos y sin que vaya a comisiones. Ese el temor que hay”, aclaró.

 
Credicorp Capital: Brasil y el Perú con mayores posibilidades de repunte ante la crisis del COVID-19

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Los bancos centrales de ambos países andinos han reducido las tasas de interés nominales a cerca de cero y es probable que esperen y vean el impacto de los pasos para reabrir sus economías antes de decidir sobre un nuevo estímulo

Brasil y el Perú son los países de América Latina con mejores posibilidades de recuperación tras las cuarentenas establecidas para luchar contra el coronavirus, gracias a su solvencia fiscal y fortaleza económica, según uno de los mayores administradores de activos de la región andina.


A medida que la pandemia de coronavirus agita la economía global, Brasil ofrece oportunidades de compra para los inversionistas, ya que tiene un gran mercado interno que está parcialmente cerrado al comercio internacional por impuestos y otras barreras, dijo Darío Valdizán, que apoya en la gestión de US$9.000 millones como jefe de investigación en Credicorp Capital Asset Management con sede en Lima.

Aunque la administración del presidente Jair Bolsonaro tardó en reaccionar ante el brote del virus, las reformas económicas aprobadas el año pasado y las “enormes” reservas de divisas del país dan seguridad sobre la capacidad del país para pagar su deuda y restaurar el crecimiento, dijo Valdizán. Es poco probable que Brasil tenga un cambio en su calificación crediticia, a diferencia de México, Chile y Colombia, que se enfrentan a rebajas a medida que sus gobiernos aumentan el gasto, según la firma.

“Brasil tiene una solvencia interna muy amplia para abarcar esta crisis”, dijo.

Entretanto, el Perú está acudiendo a las reservas de efectivo para implementar el mayor paquete de estímulo fiscal de la región, y su gran industria minera se beneficiará de la rápida recuperación de las medidas de contención de China, indicó Valdizán. El Perú es el mayor productor mundial de cobre después de Chile. Los bancos centrales de ambos países andinos han reducido las tasas de interés nominales a cerca de cero y es probable que esperen y vean el impacto de los pasos para reabrir sus economías antes de decidir sobre un nuevo estímulo, dijo.

Las acciones de Banco Bradesco SA, de Brasil, y el minorista Lojas Americanas SA figuran entre las principales recomendaciones de la empresa. En deuda corporativa, el gigante de mineral de hierro Vale SA, la firma financiera peruana Intercorp Financial Services Inc. y el minorista chileno Cencosud SA se encuentran entre sus bonos preferidos.


 
Regalar dinero que encima me estoy prestando, no es estar preparado.

Exacto; que estrategia tan retrogada y estupida, no puedo creer que venga de un profesional en economia. Obviamente en su texto universitario no puedo encontrar la formula a tiempo y se salio con lo primero que se le vino a la cabeza.

Prestar dinero del bancos gringos, hipotecar el pais hasta el **** para regalar dinero a gente que solo lo utilizo en fiestas, TVs nuevos y cerveza.

Irresponsables todos, desde la flamante ministra de economia, el gobierno que aprobo semejantes estupideces y la gente que solo penso en gastarse el dinero regalado tonterias. Y ahora?
 
Si todo el mundo esta perdiendo sus trabajos, porque el ejecutivo, el poder judicial y el congreso junto con todos sus asesores, asistenetes y sobones no se recortan el sueldo y solo cobran el sueldo minimo?

Todo el dinero que se ahorre deberian invertirlo en:
  • Reactivar esos hopitales de solidaridad con su personal para respaldar a los hospitales que estan hasta el tope de infectados y gente que se esta muriendo en las calles.
  • Comprar medicinas, oxigeno, camas y todo lo que se necesite para atender a la gente infectada con el bicho
  • Ropa protectora para todos en sanidad.
  • Pulmones artificiales, etc.
Eso no pueden pensar los del gobierno?
No ellos no piensan en sacrificar ni un centavo de su bolsillo para salvar vidas.

La mayoria de la gente que esta infectada y muriendo son informales; los infromales no les pagan el salario.
Por eso las estrategias de los bonos fueron para los que pagan impuestos y el resto? que se mueran.
 
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