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Esta discusión de las vacunas tiene varias aristas y veo que muchas veces la gente se va por las ramas (normal, es un tema muy grande y complejo).
Es por eso que creo este tema, para discutirlo desde un lado concreto, el laboral.
Pongo la situación hipotética del título: Hay un dueño, con un empleado al que se le dice que se vacune, pero él no quiere, atribuyendo las razones que sean: religiosas, que no le gustan, etc. Entonces el dueño lo despide.
Mi pregunta es: ¿es correcto eso? ¿se puede aducir algo como "despido improcedente"? ¿viola sus "derechos laborales"?
Adelanto mi propia opinión, influenciada por mi punto de vista liberal: El dueño puede (o debería poder) botar a quien quiera, porque le de la gana. La plaza en ningún caso pertenece (o no debería) al empleado, ni tiene (o debería tener) algún tipo de "derecho adquirido" sobre ella.
Para mi la misma situación sería al revés, esto es, si el dueño es vacuna hater y un vacunado sí se quiere vacunar y el dueño no quiere, igual debería poder botarlo.
Es decir en este punto concreto, mi posición es independiente de la vacuna. En cualquier caso el despido debería ser libre (postura liberal) y no obligado por el gobierno (socialdemocracia)
Habla Baneado... que tu opinión impoooortaaa...
Es por eso que creo este tema, para discutirlo desde un lado concreto, el laboral.
Pongo la situación hipotética del título: Hay un dueño, con un empleado al que se le dice que se vacune, pero él no quiere, atribuyendo las razones que sean: religiosas, que no le gustan, etc. Entonces el dueño lo despide.
Mi pregunta es: ¿es correcto eso? ¿se puede aducir algo como "despido improcedente"? ¿viola sus "derechos laborales"?
Adelanto mi propia opinión, influenciada por mi punto de vista liberal: El dueño puede (o debería poder) botar a quien quiera, porque le de la gana. La plaza en ningún caso pertenece (o no debería) al empleado, ni tiene (o debería tener) algún tipo de "derecho adquirido" sobre ella.
Para mi la misma situación sería al revés, esto es, si el dueño es vacuna hater y un vacunado sí se quiere vacunar y el dueño no quiere, igual debería poder botarlo.
Es decir en este punto concreto, mi posición es independiente de la vacuna. En cualquier caso el despido debería ser libre (postura liberal) y no obligado por el gobierno (socialdemocracia)
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