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"Si estamos hablando de que somos absolutamente materia y solo materia, tendremos que aceptar que aceptar algo que no es fácil de aceptar; que es que no somos libres, la materia por su propia naturaleza esta determinada por las leyes de la naturaleza, con lo cual no somos libres.
Si aceptamos que el ser humano tiene libertad, aunque no sea una libertad total, pero si una libertad real, hemos de aceptar que hay algo que trasciende la materia, más allá de la materia; una dimensión que no la captan los sentidos físicos, pero si se puede captar con el uso de la inteligencia, con el uso de la reflexión, con el uso de la meditación y sobre todo con la práctica de la benevolencia y el amor.
Y cuándo esta dimensión, que todos hemos tenido seguro algún tipo de experiencia, la sentimos es muy difícil de explicarlos con palabras, decía el gran filosofo austriaco Wittgenstein: los limites de mi lenguaje son los limites de mi mundo, efectivamente ahora hay un mundo más allá del lenguaje.
Un mundo al que accedieron personas como Bethoven, como Juan Sebastian Bach, es decir un mundo que no se puede expresar con palabras, pero cuando lo escuchas cuando te invitan a entrar en el, te conmueve; un mundo que se puede apreciar también en algunos cuadros, en algunas esculturas; no sabes como te está llegando ese mensaje, pero te está llegando y cuando sales de ahí dices entre de una forma y salgo de otra diferente"
Entrevista al Dr. Mario Alonso Puig
Si aceptamos que el ser humano tiene libertad, aunque no sea una libertad total, pero si una libertad real, hemos de aceptar que hay algo que trasciende la materia, más allá de la materia; una dimensión que no la captan los sentidos físicos, pero si se puede captar con el uso de la inteligencia, con el uso de la reflexión, con el uso de la meditación y sobre todo con la práctica de la benevolencia y el amor.
Y cuándo esta dimensión, que todos hemos tenido seguro algún tipo de experiencia, la sentimos es muy difícil de explicarlos con palabras, decía el gran filosofo austriaco Wittgenstein: los limites de mi lenguaje son los limites de mi mundo, efectivamente ahora hay un mundo más allá del lenguaje.
Un mundo al que accedieron personas como Bethoven, como Juan Sebastian Bach, es decir un mundo que no se puede expresar con palabras, pero cuando lo escuchas cuando te invitan a entrar en el, te conmueve; un mundo que se puede apreciar también en algunos cuadros, en algunas esculturas; no sabes como te está llegando ese mensaje, pero te está llegando y cuando sales de ahí dices entre de una forma y salgo de otra diferente"
Entrevista al Dr. Mario Alonso Puig