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- 28 Jun 2015
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No existen cifras, ni reglas, ni grandes prejuicios; cientos de hombres se suman al enorme y antiguo mundo de la prostitución para revelar las ocultas fantasías eróticas de clientes.
Mientras algunos jóvenes recién iniciaban su vida sexual, J.M. cumplía las secretas fantasías sexuales de mujeres de la alta sociedad que huían de sus palacios en Santiago Oriente. “Tenía 17 años y necesitaba plata, así que comencé a prostituirme cuando me ofrecieron dinero a cambio de sexo después de verme animando eventos”, cuenta el modelo, quien hace un par de meses dejó de vender su cuerpo.
Esposas, cadenas, golpes, bondage, esclavismo, juguetes sexuales; las peticiones de sus clientas pasaban desde lo clásico hasta escenas dignas de una película pornográfica. Sin embargo, el joven prostituto se sometía a cualquier fantasía, pese a lo perturbadoras que resultaban algunas solicitudes.
“Me contratan desde niños de 18 que quieren experimentar hasta abuelitos de más de 60 que sólo quieren algo de cariño”, admite Ian Luccas, prostituto que entró al oficio por sus atributos físicos y tentación por el dinero. “Una amiga me dijo que tenía ‘buen pene’ y después me di cuenta que los clientes no eran tan feos”, cuenta Ian, quien luce sus cualidades físicas sin remordimientos en su foto de WhatsApp.
Pese a que el escort de 28 años se declara homosexual, también presta servicios sexuales al género femenino. “Antes de ser gay o descubrirlo llevaba una vida ‘hetero’, así que no me es difícil intimar con mujeres. Finalmente, en ambos casos hago el mismo rol”, comenta Ian y agrega que “lo que piense o imagine” es lo que finalmente le hace disfrutar el encuentro.
Sin embargo, existen algunos clientes que se niegan rotundamente a atender. “Cuando están muy drogados –lo notas por teléfono- les digo que no estoy atendiendo, si están muy hediondos los envío a ducharse con sutileza”, cuenta.
Estudiante de turismo, con un trabajo part-time durante el día, viajes por el mundo, una clientela fija que le paga mensualmente por sus servicios sexuales y una pareja con quien declara que es el único con quien “hace el amor”, Ian Luccas se manifiesta agradecido de la vida, e incluso atribuye sus logros a Dios en quien cree profundamente.
Fuente: BioBioChile http://www.biobiochile.cl/2015/06/1...a-mas-alla-del-cuerpo-la-edad-y-el-sexo.shtml
Mientras algunos jóvenes recién iniciaban su vida sexual, J.M. cumplía las secretas fantasías sexuales de mujeres de la alta sociedad que huían de sus palacios en Santiago Oriente. “Tenía 17 años y necesitaba plata, así que comencé a prostituirme cuando me ofrecieron dinero a cambio de sexo después de verme animando eventos”, cuenta el modelo, quien hace un par de meses dejó de vender su cuerpo.
Esposas, cadenas, golpes, bondage, esclavismo, juguetes sexuales; las peticiones de sus clientas pasaban desde lo clásico hasta escenas dignas de una película pornográfica. Sin embargo, el joven prostituto se sometía a cualquier fantasía, pese a lo perturbadoras que resultaban algunas solicitudes.
“Me contratan desde niños de 18 que quieren experimentar hasta abuelitos de más de 60 que sólo quieren algo de cariño”, admite Ian Luccas, prostituto que entró al oficio por sus atributos físicos y tentación por el dinero. “Una amiga me dijo que tenía ‘buen pene’ y después me di cuenta que los clientes no eran tan feos”, cuenta Ian, quien luce sus cualidades físicas sin remordimientos en su foto de WhatsApp.
Pese a que el escort de 28 años se declara homosexual, también presta servicios sexuales al género femenino. “Antes de ser gay o descubrirlo llevaba una vida ‘hetero’, así que no me es difícil intimar con mujeres. Finalmente, en ambos casos hago el mismo rol”, comenta Ian y agrega que “lo que piense o imagine” es lo que finalmente le hace disfrutar el encuentro.
Sin embargo, existen algunos clientes que se niegan rotundamente a atender. “Cuando están muy drogados –lo notas por teléfono- les digo que no estoy atendiendo, si están muy hediondos los envío a ducharse con sutileza”, cuenta.
Estudiante de turismo, con un trabajo part-time durante el día, viajes por el mundo, una clientela fija que le paga mensualmente por sus servicios sexuales y una pareja con quien declara que es el único con quien “hace el amor”, Ian Luccas se manifiesta agradecido de la vida, e incluso atribuye sus logros a Dios en quien cree profundamente.
Fuente: BioBioChile http://www.biobiochile.cl/2015/06/1...a-mas-alla-del-cuerpo-la-edad-y-el-sexo.shtml