Adiós mundo cruel...
Ahora en el silencio resbalan los astros, dejan
un surco brillante, como tu pensamiento en mí.
Ahora repliega ya el lirio toda su dulzura
y al oscuro fondo del lago se va deslizando.
Así que repliégate también tú, mi amor, y duerme
en mi fondo, piérdete entera dentro de mí.