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Las mujeres de consuelo o las niñas de consuelo eran mujeres y niñas obligadas a ser esclavas sexuales por el Ejército Imperial Japonés en los países y territorios ocupados antes y durante la Segunda Guerra Mundial.
La mayoría de los historiadores se ubican en algún lugar en el rango de 50,000 a 200,000 esclavas sexuales.
Hubo violaciones y esclavitud sexual de muchos miles de mujeres holandesas, australianas, rusas y británicas por parte de soldados japoneses. No solo las mujeres asiáticas fueron víctimas, sino también las europeas, incluidas miles de isleñas negras, también fueron violadas y utilizadas como esclavas sexuales por hombres japoneses.
Mujeres holandesas “J.F. van Wagtendonk y la Dutch Broadcast Foundation estimaron que un número total de 400 niñas holandesas fueron sacadas de los campamentos para convertirse en mujeres de solaz”. “La cantidad de mujeres holandesas que fueron agredidas o abusadas sexualmente también fue ignorada en gran medida”.
Mujeres rusas Entre 5000 y 10 000 mujeres rusas fueron violadas. Según muchas fuentes japonesas, más de 10.000 soldados de las 72.000 fuerzas de expedición japonesas enviadas a Siberia entre 1918 y 1922 se infectaron con enfermedades venéreas al violar a mujeres rusas.
"Según la fuente a continuación, entre el 20 y el 30 % de las fuerzas expedicionarias japonesas contrajeron enfermedades venéreas y los japoneses sufrieron más bajas por VD que por actividades de combate. El general Okamura, que era el comandante de las fuerzas japonesas en China, escribió en sus memorias que su establecimiento del sistema de mujeres de solaz basado en la dura experiencia en Siberia".
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Jan Ruff-O'Herne :
"Estos altos oficiales militares caminaron hacia nosotros y comenzaron a mirarnos de arriba abajo, mirando nuestras figuras, mirando nuestras piernas, y obviamente era un proceso de selección lo que iba a tener lugar"
El camión se detuvo frente a una gran casa colonial holandesa y nos dijeron que nos bajáramos. Cuando entramos a la casa, nos dijeron que estábamos allí para el placer sexual de los militares japoneses”, dijo.
Todo nuestro mundo se derrumbó bajo nuestros pies. Y empezamos a protestar de inmediato. Dijimos que nos obligaron a hacer esto, que no podían hacernos esto.
'Pero simplemente se rieron de nosotros, ya sabes, simplemente se rieron. Dijeron que podían hacer con nosotros lo que quisieran.
En un momento, se cortó todo el cabello para tratar de parecer poco atractiva para los oficiales japoneses, pero al final esto solo empeoró las cosas.
“Me convirtió en un objeto de curiosidad. Tuvo el efecto contrario por una u otra razón, ¿sabes? Entonces, no me sirvió de nada”, dijo a Australian Story.
La mayoría de los historiadores se ubican en algún lugar en el rango de 50,000 a 200,000 esclavas sexuales.
Hubo violaciones y esclavitud sexual de muchos miles de mujeres holandesas, australianas, rusas y británicas por parte de soldados japoneses. No solo las mujeres asiáticas fueron víctimas, sino también las europeas, incluidas miles de isleñas negras, también fueron violadas y utilizadas como esclavas sexuales por hombres japoneses.
Mujeres holandesas “J.F. van Wagtendonk y la Dutch Broadcast Foundation estimaron que un número total de 400 niñas holandesas fueron sacadas de los campamentos para convertirse en mujeres de solaz”. “La cantidad de mujeres holandesas que fueron agredidas o abusadas sexualmente también fue ignorada en gran medida”.
Mujeres rusas Entre 5000 y 10 000 mujeres rusas fueron violadas. Según muchas fuentes japonesas, más de 10.000 soldados de las 72.000 fuerzas de expedición japonesas enviadas a Siberia entre 1918 y 1922 se infectaron con enfermedades venéreas al violar a mujeres rusas.
"Según la fuente a continuación, entre el 20 y el 30 % de las fuerzas expedicionarias japonesas contrajeron enfermedades venéreas y los japoneses sufrieron más bajas por VD que por actividades de combate. El general Okamura, que era el comandante de las fuerzas japonesas en China, escribió en sus memorias que su establecimiento del sistema de mujeres de solaz basado en la dura experiencia en Siberia".
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Jan Ruff-O'Herne :
"Estos altos oficiales militares caminaron hacia nosotros y comenzaron a mirarnos de arriba abajo, mirando nuestras figuras, mirando nuestras piernas, y obviamente era un proceso de selección lo que iba a tener lugar"
El camión se detuvo frente a una gran casa colonial holandesa y nos dijeron que nos bajáramos. Cuando entramos a la casa, nos dijeron que estábamos allí para el placer sexual de los militares japoneses”, dijo.
Todo nuestro mundo se derrumbó bajo nuestros pies. Y empezamos a protestar de inmediato. Dijimos que nos obligaron a hacer esto, que no podían hacernos esto.
'Pero simplemente se rieron de nosotros, ya sabes, simplemente se rieron. Dijeron que podían hacer con nosotros lo que quisieran.
En un momento, se cortó todo el cabello para tratar de parecer poco atractiva para los oficiales japoneses, pero al final esto solo empeoró las cosas.
“Me convirtió en un objeto de curiosidad. Tuvo el efecto contrario por una u otra razón, ¿sabes? Entonces, no me sirvió de nada”, dijo a Australian Story.
Jan Ruff-O'Herne, 93, was forced to be a comfort woman during WWII
She kept her dark secret of being a WWII comfort woman for 50 years, but Jan Ruff-O'Herne from Adelaide now wants the Japanese government to apologise and offer compensation to victims.
www.dailymail.co.uk